Sabias que el 3% de la población mundial sufre síntomas depresivo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el mundo existen más de 350 millones de personas afectadas de depresión. Hoy se considera que la depresión será una de las epidemias del Siglo XXI ya que será una de las principales causas de invalidez a nivel mundial. El mundo está depresivo.
En la TEDxYouth de mayo de 2013 Kevin Bréel de 19 años en ese momento, se puso de pie en frente de la audiencia y dijo que las cuatro palabras que más temió decir en la mayor parte de su vida : «Yo sufro de depresión.» El joven depresivo explicó lo que se siente al crecer con depresión y lo que considera que estamos haciendo mal cuando hablamos de la salud mental y los jóvenes con depresión no tristeza. «La Depresión es estar triste cuando todo en tu vida va bien. Es difícil para todo el mundo hablar de ello.Tanto es así que nadie habla de ello».
«Lamentablemente vivimos en un mundo en el que cuando alguien se rompe el brazo, todo el mundo corre a firmar la escayola. Pero si le dices a la gente que estás deprimido, todos corren hacia otro lado. Ese es el estigma. Aceptamos fácilmente que se rompa cualquier parte del cuerpo, excepto nuestro cerebro«.
Seguro que conoces a alguien cercano a ti que está padeciendo depresión.
Aquí te muestro 8 claves para ayudar a una persona con depresión.
1)No agobies con consejos.
Los expertos sabemos que decir frases como «se positivo», «vamos, alégrate» o «sé como te sientes» pueden provocar que la persona experimente más culpa y tristeza. Ten en cuenta que el cerebro del deprimido no funciona igual que el tuyo. Está con falta de dopamina y no piensa ni siente las cosas como tu. Simplemente acompáñale y compréndele. Háblale pero no le des sermones. La depresión requiere su tiempo.
2) Acompañar a la persona desde la empatía.
Si quieres ayudar lo ideal es optar por abordar a la persona querida con empatía. Así sabrás mejor las necesidades que tiene, que puede ser desde darle tu hombro en el que llorar, distraerse o simplemente escuchar en silencio sin hacer juicios, ni tratar de «animarle». La persona deprimida necesita que alguien le acompañe en este sendero de oscuridad.
3) Afrontar el estado de ánimo negativo.
Sabrás que convivir una persona con depresión no es nada fácil pero tienes que entender que se trata de un trastorno que está invadiendo la vida de tu ser querido. Tendrás que tener mucha paciencia. Y cuando la pierdas piensa que tu presencia y apoyo incondicional es necesario para que tu ser querido salga en algún momento de la depresión.
4)Convencer a la persona que debe ponerse en tratamiento.
La persona deprimida a la que quieres ayudar puede que se encuentre paralizada y no haga nada para mejorar.Lo primero que debes hacer es convencer a la persona para que acuda a su médico de atención primaria (MAP). Que sea consciente que los problemas psicológicos también necesitan un tratamiento. A lo mejor no es precisamente farmacológico, pero sí proveniente de un profesional.
Tanto seas amigo/a, pareja o padre/madre asume que no eres un psicólogo. La ayuda que propongan los profesionales siempre serán más efectivas que las que puedas dar desde tu perspectiva como persona cercana. Eso sí podrás apoyar y acompañar a la persona con depresión en el proceso terapeútico. Pide hablar con el terapeuta de tu ser querido para saber como ayudarle.
5)El tratamiento de la depresión se puede prolongar.
Tienes que tener en cuenta que la recuperación completa no es sencilla y puede ser más lenta de lo que te gustaría. Se produce cambios de humor en un mismo día, estos pueden ser el camino del fin de la depresión. La persona con trastorno depresivo necesita saber que esto ocurre así. Es un proceso gradual, en el que día a día se irá sintiendo cada vez mejor. Tienes que saber hacerle ver sus avances, y atribuirlos a su esfuerzo.
Es posible que en el largo proceso caigas en el reproche, pero antes de hacerlo deberías respirar y pensar que si se quiere ayudar a esa persona, esta necesita sentirse valorado para dotarle de seguridad y autoestima. Así que intenta en la medida de lo posible no incrementar la culpabilidad que ya siente.
6) Dale tu tiempo desinteresadamente.
La persona deprimida puede ir de una persona a otra en buscando ayuda, contando unica y exclusivamente el terrible sufrimiento que vive. Esto a la gente le puede cansar, esta conversación mono temática. En muchos casos produce el rechazo.
La persona con trastorno depresivo necesita que a alguien que le ayude, alguien en quién apoyarse. No todo el mundo puede o quiere desempeñar esta dificil función. Si eres un amigo o familiar de una persona deprimida a la que se aferra, ten empatía. Solo escucha con atención. Dale generosamete algo de tu tiempo.
7) Sacarle de sus pensamientos negativos.
Trata de cambiarle de rutina aunque procurando nuestras peticiones o sugerencias no suenen a imposición. Intenta acompañar en alguna actividad con él o ella que sepas que le gustaba hacer. Pon todas tus ganas en preparar dicha actividad para lograr arrastrarlo hacia ella. Estas cosas que le distraiga de sus pensamientos negativos repetitivos le hará sin duda mucho bien.
Intenta tener los días preparados con distintas actividades: cocinar un plato especial, ver una buena película, salir a dar un paseo por la naturaleza, hacer que venga alguna visita,… . Todas estas cosas hay que sugerirlas con tacto y sin forzar la voluntad de la persona deprimida. Debes intentarlo de manera natural y espontánea para que la persona deprimida no se sienta presionada.
8) No decidas por él/ella.
En muchas ocasiones terminaras quitando la poca voluntad que le queda a la persona deprimida si tomas por él o ella las decisiones que le corresponde. Lo más sano para la persona con trastorno depresivo es que sus decisiones, tareas y responsabilidades sean realizadas por ella. De no ser así podrías sin querer estar siendo cómplice de la depresión. Tendrás que estar muy preparado para desarrollar mucha paciencia y tolerancia con la persona deprimida.
Para la la experta en entrenamiento emocional Carol A. Kivler, autora del libro ‘El abc de la recuperación de una enfermedad mental’, si las personas del entorno del depresivo tomáis conciencia y aceptáis que la depresión puede ser más debilitante que una dolencia física, entonces aumentan las posibilidades de recuperación.