En este artículo quiero hacerte participe de mis sensaciones, conclusiones y «verdades» después de 25 años de experiencia como psicólogo.
Gran parte de mi trayectoria profesional la he dedicado al trabajo en la rehabilitación psicosocial de personas con enfermedad mental grave y duradera en el Centro de Rehabilitación Psicosocial “La Elipa” de la Dirección General de Servicios Sociales Comunidad de Madrid. En cuanto a la docencia, soy tutor de prácticas de las facultades de psicología de las Universidades Autónoma y Complutense de Madrid. Participo en el programa de formación de los Médicos Internos Residentes (MIR) de psiquiatría y de los Psicólogos Internos Residentes (PIR) varios hospitales universitarios de Madrid (Hospital Dr. Rodríguez Lafora, Hospital Ramón y Cajal, y Hospital La Paz). Director de los cursos online de: «Habilidades del Terapeuta (6 ediciones)» y de «Intervención Psicosocial con personas con Trastorno Mental Grave: Esquizofrenia (4 ediciones)» en psiquiatria.com .
Por otra parte, me apasiona la divulgación de la psicología en general y la clínica en particular. Creo firmemente en la potencialidad de Internet como herramienta para llegar a más personas y hacer más accesible la Psicología (Psicología 2.0). Es por esto por lo que divulgo contenidos en las redes sociales (facebook, twitter, blog, linkedin). Colaboro en distintos medios de comunicación (prensa, radio y TV). Cuento con consulta privada en esta web y presencial en el Centro de Optometria Comportamental S.Francisco (Aranjuez)
Hasta aquí te he expuesto lo relacionado al desempeño de mi profesión. Ahora quiero hablarte de mis verdades en esta experiencia de 25 años. Son mías, esto quiere decir que están sesgadas y que quizás carezcan de todo rigor científico, pero me siento en la obligación de trasmitirlas. Son mi pequeño legado a esta profesión, a este oficio de psicólogo al que he entregado gran parte de mi vida y que voy a seguir haciendo.
Pues bien primero de todo decirte que he evolucionado de manera natural de una mayor rigidez hacia una mayor flexibilidad. Es el camino normal, ya que al principio necesitamos estructuras rígidas por la inseguridad. En la medida que tenemos experiencia la seguridad hace que tengas una mayor capacidad de adaptación a cada problema y a cada persona. La clave está en que el tiempo y la experiencia de haber trabajando con muchas personas, que luchan para conseguir un mayor bienestar hace que tengas más oficio. Más seguridad que conlleva que te vuelvas más flexible. Al principio crees que la teoría es la realidad y no es así, solo nos sirve para entenderla pero la realidad es más que la teoría. Es mucho más compleja y difícil de acotar con teorías.
Cada persona, cada caso es muy distinto y para ello es conveniente ajustar las herramientas que tenemos desde la psicología. Hacer un traje a medida. Este cambio que buscamos en nuestros pacientes no es lineal, no es simple, ni sencillo. No consiste en dar pautas a la persona y que ésta las lleve acabo sin más. Eso es lo que creemos cuando salimos de la universidad ¿verdad?.
El ser humano es complejo, en él intervienen muchas variables que no podemos detectar en un simple análisis funcional. Por ello el proceso de cambio es complejo, laborioso, vivencial pero hace posible con voluntad y esfuerzo. El psicólogo ha de tener la capacidad de creer en el cambio y trasmitir esa confianza al paciente.
No entiendo y creo que mi profesión no es eficaz si no se lleva acabo desde la más rotunda implicación. Ser asépticos no funciona. Hay que vivir este trabajo desde la pasión no creo que exista otro camino para trabajar con las personas desde la psicología. La empatía como herramienta fundamental del trabajo terapéutico. Acompañamos, apoyamos, instigamos a que nuestros pacientes den los pasos oportunos y hagan su caminos. Son ellos los responsables de su destino, hay que empoderar a las personas en la solución de sus problemas.
Estoy seguro que transmitimos aquello que hacemos no que decimos. Hay que ser extremadamente coherentes y no decir aquello que no hacemos o no estamos dispuestos a hacer.
Por otra parte estoy convencido que debo como profesional de la salud y el bienestar divulgar aquellos conocimientos que desde la psicología sabemos científicamente que funcionan. Es nuestra obligación trasmitirlo al publico en general. En esto, las Redes Sociales puede ser nuestro gran aliado. Aunque soy un veterano dentro de lo que es mi profesión, no renuncio a estar en la vanguardia como psicólogo. Así desde hace casi 5 años soy uno de los líderes de la psicología online con mas casi 700 sesiones de psicoterapia online. La veteranía no esta reñida con la vanguardia y por ello me considero un psicólogo 2.0. No estoy solo en este afán, yo junto con otros colegas estamos decididos a trasmitir las Herramientas del Psicólogo para el Siglo XXI.
Me siento en la obligación de trasmitir el oficio, y la experiencia a los nuevos profesionales todo aquello que está en la práctica clínica diaria y que en demasiadas ocasiones está muy alejada de los ámbitos académicos. Trasmitir aquello que no se ve en las universidades. No qué terapias son eficaces, sino como mejor llevarlas acabo en cada paciente. No solo el que hay que hacer, si no el cómo hacerlo.
De alguna manera sobre nuestras espaldas como psicólogos pesa el sufrimiento de las personas. Vemos lo que nadie ve, eso nos da miedo. Un psicólogo habitualmente trasmite lo que no deseas escuchar. Esa es una labor titánica y siempre mal retribuida emocionalmente. Dentro de esta sociedad el psicólogo es siempre un último recurso, antes se consulta: al tarot, al horóscopo, al sacerdote, al médico, … Cuando en realidad debería ser el primero. Un psicólogo no sabe la verdad de la vida, no tiene fórmulas mágicas, no es alquimista, tampoco es adivino, menos telépata. El psicólogo es científico. Aunque no siempre tiene razón, pero siempre busca la verdad y la razón. Es un explorador, un investigador por convicción.
Como psicólogo puedo ser igual de infeliz que cualquier otra persona. Por eso no soy perfecto, ni tengo la solución mágica a los problemas. Sólo soy una persona con algo más de idea de qué les pasa al resto de personas. Seguro que puedo ayudar, pero como ser humano, también tengo mis limitaciones, igual que tú, y también cargo con mis pasajeros indeseados, como tú.
Como psicólogo soy mi propia herramienta de trabajo. Como psicólogo nunca sabré todo, pero puedes estar seguro que nunca dejaré de buscar saberlo todo.
Miguel A. Rizaldos Lamoca
Psicólogo Clínico. Psicólogo online
Tratamiento psicológico online
Con mucha satisfacción he leído su escrito, pues por 33 años trabajé como Psicólogo del Deporte con atletas de alto rendimiento y me place saber que Ud sintoniza con mis conceptos acerca de nuestra profesión.. Lo felicito y admiro.