Los psicoterapeutas pueden tener dudas concretas que no saben cómo resolver por sí mismos por falta de experiencia o conocimiento practico. La posibilidad de plantear dudas directamente a quienes llevan más de 30 años dedicándose a la psicoterapia tiene un gran valor, ya que ahorra mucho tiempo y además permite tener una visión global de la situación, dando sobre todo pautas practicas y de utilidad.

De los motivos más frecuentes por los que los psicologos/as recurren a la supervisión clínica es la necesidad de hacer avanzar procesos terapéuticos en los que estan estancados.

La supervisión clínica para psicólogos también ayuda a perfeccionar habilidades del terapeuta que no siempre son estudiadas en la universidad, ni vienen en los manuales: las habilades interpersonales son las herramientas que juegan un papel muy relevante a la hora de intervenir con los pacientes y poder enganchar mejor con ellos. Se pueden entrenar con mayor eficacia si hay un profesional veterano que supervise el modo en el que se comporta el psicólogo/a que busca ser supervisado.

Al ser supervisado por un profesional de la psicología con más de 30 años de experiencia esto hace que los conocimientos y recursos más actualizados puedan trasmitirse  de un modo más ágil, y practica. Por la larga trayectoria del supervisor puede plantear soluciones que la otra persona no se había planteado antes.

Por último, otra de las virtudes de este tipo de servicios es que ayudan a descubrir problemas de relación terapéutica con determinados pacientes. Consiguiendo información relevante que hay que utilizar para poder llegar a los objetivos de la intervención clínica con  un clima de coherencia, confianza y empatia