El consumo del tabaco es un trastorno crónico donde se presenta una dependencia física y psíquica de fumar. Lo cual es difícil de superar y abandonar. La sustancia que genera la adicción es la nicotina o monóxido de carbono, aunque el tabaco contiene otra cantidad de sustancias nocivas para la salud.
El tabaco que se cultiva mediante sus hojas; contiene un químico llamado nicotina que genera adicción. Su consumo puede ser inhalado o sólido, puede ser colocado en las fosas nasales o masticado. Ambos tipos de consumo son nocivos para la salud.
Durante la adolescencia es cuando se suele comenzar a fumar, en algunos casos existe alguien en la familia que ya tiene el hábito o quizá algunos amigos también tienen esta conducta de fumar, que tiende a ser imitada durante la juventud, bien sea por pertenecer a un grupo, por deseabilidad social o simplemente por querer probar. En general, quienes estén más rodeados de fumadores estarán más propensos a adquirir el hábito.
Por otro lado, la publicidad del tabaco influye en las conductas y actividades de la sociedad, debido a la promoción de los productos de la industria tabacalera, quienes venden el mensaje de fumar como algo bueno y emocionante; incluso elegante y sin riesgos.
No existe una prevalencia para la adicción al tabaco, ya que cualquier persona puede ser adicta a la nicotina. Esta adicción implica una compulsión a la sustancia y búsqueda constante por consumirla. Todos los químicos contenidos en un tabaco llegan hasta la sangre a través de los pulmones, donde posteriormente se propaga por todo el cuerpo.
La nicotina es la droga natural presente en el tabaco, cuando se absorbe en cantidades pequeñas causa una sensación de placer opacando las sensaciones desagradables de la inhalación del humo, lo que conlleva a que la persona cada vez quiera consumir más. Esta sustancia actúa a nivel del cerebro y del sistema nervioso central afectando el estado de ánimo, debido a la adrenalina que proporciona que a su vez acelera la presión sanguínea. La nicotina actúa como sedante del sistema nervioso central produciendo una descarga de epinefrina que estimula ciertas glándulas endocrinas que causa una liberación de glucosa, luego produce depresión y fatiga.
Otra sustancia contenida en los cigarrillos es el alquitrán, en un porcentaje entre 7 y 15mg, el cual expone a riesgos de padecer cáncer de pulmón y otro tipo de enfermedades respiratorias.
Dejar de fumar implica un proceso, que está compuesto por fases y etapas, dentro de las cuáles las recaídas forman parte de la recuperación, por lo tanto, si has intentando dejar de fumar y crees que no es posible, solo es cuestión de perseverancia y disciplina.
Caracteristicas
Las características que se relacionan con la adicción al tabaco incluyen:
- Imposibilidad de dejar de fumar: Al saber que el acto de fumar es una conducta nociva, se hacen intentos de dejar el hábito en diversas oportunidades sin tener éxito.
- Presencia de síntomas de abstinencia: cuando se ha intentado dejar de fumar se perciben diferentes síntomas relacionados con el estado de ánimo, como ansiedad, frustración, irritabilidad, tristeza, problemas de sueño y aumento del apetito, problemas estomacales, problemas de concentración, aburrimiento, entre otros.
- Aislamiento: Se deja de asistir a eventos sociales o lugares cerrados libres de humo por no poder controlar la conducta de fumar.
¿Es posible dejar de fumar?
Si realmente deseas dejar de fumar es posible, quizá lo hayas intentado sin tener éxito, sin embargo con un plan de tratamiento que incluya elementos físicos y de conducta, es posible superar la adicción a la nicotina. Es necesario buscar un tratamiento adecuado para cada persona, con ayuda médica y psicológica.
Aproximadamente 2 de 3 fumadores desean dejar el hábito pero pocos lo logran sin ayuda, debido a que la adicción no solamente es física sino psicológica que genera dependencia a nivel emocional, porque en ocasiones la conducta de fumar se utiliza como herramienta ante desagradables, como un escape mediante un hábito nocivo que genera otros problemas de salud a largo plazo.
Durante la abstinencia es posible presentar dolores de cabeza, cambios de humor, falta de energía, ansiedad, aumento de apetito o resequedad en la garganta.
Tratamiento
Los beneficios de dejar de fumar incluyen:
- La regulación y presión arterial a un nivel normal
- Disminuyen los riesgos de infarto
- Mejora la circulación sanguínea
- Reducen riesgos de infecciones
Esto ocurre desde el momento que se deja de fumar y progresivamente en los meses siguientes, hasta lograr una disminución total de riesgos a los 15 años de dejar el hábito.
Existen diferentes recursos para tratar la adicción al tabaco o cigarrillo, como grupos de apoyo en los hospitales, atención médica y tratamiento psicológico.