El trastorno de conversión se denomina de conversión porque la persona convierte los problemas psicológicos en un trastorno físico.
El trastorno de conversión es existencia de síntomas y signos, mayoritariamente neurológicos, sin que hallarse una afección o causa física objetiva que los explique Antaño se agrupaban estos sintomas bajo el nombre diagnóstico de histeria.
El trastorno de conversión es una forma de somatización, donde los factores mentales se tienden a expresar como síntomas físicos. El origen de este trastorno de conversión suelen ser factores psicológicos como el estrés u otros conflictos psíquicos que el sujeto trae consigo de su experiencia de vida, los cuales transforma o “convierte” en síntomas físicos.
Durante esta afección, la aparición de los síntomas físicos tienen relación y semejanza con algunos trastornos neurológicos del sistema nervioso. Los cuáles son desencadenador por factores psicológicos, conflictos, etc.
Este trastorno de conversión es poco común y raro, por lo cual su frecuencia ha ido desapareciendo con el tiempo. En la mayoría de los casos la etiología viene dada por manifestaciones a nivel neurológico y ortopédico, es posible observarlo a nivel de militares en el ejército en tiempo de guerras, o el las personas con traumas por accidentes industriales, en víctimas de abuso o violencia, etc.
La prevalencia del trastorno de conversión es mayor en mujeres que en hombres, su inicio generalmente aparece en los últimos años de la infancia o al inicio de la adultez, sin embargo se ha presentado a cualquier edad. Esta afección básicamente implica la somatización de afecciones mentales en el cuerpo, por medio de la aparición de síntomas físicos (somáticos)
Dentro de los síntomas podemos encontrar los siguientes:
Síntomas motores:
- Dificultades para coordinar el equilibrio
- Afonía o dificultad en la habilidad para emitir sonidos
- Incontinencia urinaria
- Debilidad o parálisis de alguna zona del cuerpo, que posteriormente afecta la totalidad del cuerpo
- Problemas en la deglución
- Desvanecimientos
- Crisis psicógenas o convulsiones
Síntomas sensoriales:
- Problemas de visión: visión doble o ablepsia
- Problemas auditivos
- Disminución de la percepción del tacto
Los síntomas del trastorno de conversión implican la existencia sugieren la existencia de alteraciones neurológicas. Por otro lado, algunos síntomas se parecen a los que ocurren durante un ataque convulsivo que posteriormente conlleva a dificultades cognitivas, dificultades para tragar, pérdida de uno de los sentidos principales, como la vista o la audición.
Frecuentemente, los síntomas aparecen luego de haber experimentado un evento estresante de carácter psíquico o social. Los síntomas no ocurren de manera consciente en el sujeto, y se presentan se forma intensa de forma tal que generan un malestar importante, provocando un deterioro funcional del sujeto. Este trastorno puede aparecer como episodio único a lo largo de la vida o repetirse esporádicamente. Generalmente los episodios son breves.
Las personas con trastornos de conversión no presentan síntomas para conseguir atención de los demás, por ejemplo (fingiendo). No se lastimarán intencionalmente ni mentirán sobre los síntomas (obstáculos artificiales) para convertirse en pacientes. Algunos proveedores de atención médica creen erróneamente que esta enfermedad no es una enfermedad real y pueden decirle a las personas que todo el problema está en sus mentes. Sin embargo, esta condición es cierta. Causa dolor y no se puede controlar a voluntad. Los síntomas físicos se consideran un intento de resolver el conflicto interno de una persona. Por ejemplo, una mujer que piensa que es inaceptable tener un comportamiento excesivo puede sentirse repentinamente entumecido en su brazo y enojarse hasta el punto de reaccionar de forma violenta después.
Solo después de que exámenes y pruebas médicos completos hayan descartado la existencia de enfermedades neurológicas o médicas que puedan explicar completamente los síntomas y sus efectos, se pueden diagnosticar los trastornos de conversión. Una característica importante es que los síntomas y signos no tienen nada que ver con enfermedades neurológicas.
Tratamiento
El tratamiento del trastorno de conversión incluye educación y asesoramiento psicológico sobre el trastorno para abordar las causas del estrés. Muchas personas encuentran que estos tratamientos ayudan a aliviar los síntomas. Si las personas con trastorno de conversión también experimentan ansiedad o depresión, pueden tratarse al mismo tiempo que el trastorno de conversión para ayudar a mejorar los síntomas.
Resulta necesario, establecer una relación médico-paciente de confianza y apoyo es esencial. Los psiquiatras y médicos de otros campos forman parte importante del abordaje en el tratamiento. Por ejemplo, los neurólogos y médicos son fundamentales para tratar el problema. Una vez que el médico haya descartado la enfermedad física general y le haya asegurado al paciente que estos síntomas no indican una enfermedad subyacente grave, el paciente comenzará a sentirse mejor y los síntomas pueden desaparecer.