En los últimos años, se ha producido un aumento en la tasa de jóvenes diagnosticados con trastornos disruptivos del control de los impulsos. Estas alteraciones se encuentran estrechamente vinculadas con el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), por lo que, además, es común que se produzcan dificultades del aprendizaje cuando se manifiestan en jóvenes.
Gracias a la investigación científica, se han producido importantes avances en la metodología de trabajo con los trastornos disruptivos y del control de impulsos. Por ello, es recomendable la actualización de conocimientos en este campo por medio de un máster en dificultades de aprendizaje, con el objetivo de adaptarse a las nuevas necesidades de este tipo de pacientes.
En este artículo nos centrándonos en la aparición de estos trastornos durante la infancia y la adolescencia, incluyendo algunos tips para mejorar las técnicas de comunicación en nuestros pacientes.
¿Qué son?
Los trastornos disruptivos del control de los impulsos incluyen afecciones que se pueden manifestar con problemas de autocontrol en el comportamiento, provocando que el individuo que los padece se enfrente a importantes conflictos frente a las normas de la sociedad, ya que generalmente se pueden producir conductas que violan los derechos de los demás, como agresiones.
Los trastornos disruptivos en el contexto actual
A lo largo del siglo XXI, se ha producido una evolución vertiginosa en la investigación sobre la psicología. Este hecho, aunado a la importante transformación social y cultural en la que nos encontramos, ha provocado importantes cambios en nuestra profesión, prestando una mayor atención a la aparición de nuevos trastornos relacionados con la comunicación.
En la actualidad, con la llegada de la era digital, nuestro cerebro también se encuentra en un proceso cambiante, al tener que procesar la información con mayor rapidez que en crisis y revoluciones anteriores.
Esta evolución en nuestro modelo de vida nos ha llevado a poner en duda las formas de relacionarnos y los valores, a la vez que surgen nuevos paradigmas que establecerán nuevos modelos de cara al futuro.
Además, más allá de la transformación digital, que ha modificado de forma sustancial la manera de relacionarnos, se aúna el aumento en el consumo de determinadas sustancias ilegales, así como el bullying, los problemas socioafectivos y los entornos desestructurados, que se han convertido en los principales factores que influyen en la aparición de los trastornos disruptivos.
Tips para la mejora comunicativa en niños y adolescentes con TDAH
Los niños y adolescentes con TDAH suelen seguir el patrón de una carencia de establecer relaciones interpersonales, debido a la impulsividad de sus acciones o falta de interés en su entorno.
Los siguientes tips, junto a una escucha activa, pueden ir mejorando la relación de estas personas con el resto de la sociedad:
- Técnica del disco rayado: consiste en repetir insistentemente la misma frase una y otra vez, cuando nos encontramos frente a un adolescente o niño que persiste en una idea no factible.
- Aserción negativa: es una forma de transmitir una reprobación sin dar muchas explicaciones.
- Interrogación negativa: debemos detectar los sentimientos o de las ideas de los demás, facilitando la comunicación cuando la otra persona nos ataca y no atiende a nuestros argumentos.
- Replicar los sentimientos de la otra persona.
- Rechazar peticiones argumentando razones, pero no excusas.
- Responder a la crítica: se recomienda reconocer los aspectos reales de la crítica, sin ser defensivo o contraatacar al otro.
- Pedir un cambio de actitud inapropiado con un tono firme.
- Diferir con el resto y usar el pronombre “yo” junto con argumentos precisos.
- Respetar los turnos de palabra
- Mostrar afecto: no únicamente de forma verbal sino también con un abrazo o una simple sonrisa.
Cada vez es más común trabajar con pacientes jóvenes que padecen trastornos disruptivos del control de los impulsos. En la aparición de estas afecciones, que generalmente se producen de forma comórbida a otras como el TDAH, influyen factores como el consumo de sustancias, entornos desestructurados, experiencias de bullying y antecedentes familiares, por lo que es fundamental conocer estos tips que nos pueden ayudar a tratar a estos jóvenes con calidad y seguridad en la toma de decisiones, especialmente en la etapa de la adolescencia.